Encuentro Binacional: Migraciones Femeninas “inicia una conversación entre artistas, académicos y líderes de la comunidad que reflexionan sobre los conceptos de frontera, territorio, migración, desplazamiento y movimiento a través de las lentes de género y sexualidad”. Participantes de Tucson, Phoenix, Douglas y La Ciudad de México se reunirá en Tucson y Douglas, Arizona, del 11 al 19 de octubre para este evento multicultural.
Violeta Luna nació en la Ciudad de México, donde obtuvo su título de posgrado en actuación en el Centro Universidad de Teatro. Luna ha actuado y enseñado en América Latina, Europa, Ruanda, Japón, Canadá, Nueva Zelanda y los Estados Unidos.
Luna, conocida por su polémica y desafiante performance artística, responde a las preguntas de OTC sobre sus objetivos como contribuyente al próximo evento de Tucson y Douglas.
*****
¿Has estado en Tucson antes?
Estuve en Tucson en el 2009, colaborando con el colectivo La Pocha Nostra, haciendo un workshop internacional organizado por el Museum of Contemporary Art (MOCA). Al final del workshop, abrimos el proceso al público, la cual fue una experiencia muy intensa y grata.
¿Qué te motiva a hacer tus actuaciones?
La vida, las dificultades en la vida, las desigualdades sociales, la exclusión… Como artista, para mí es importante asumir mi proceso creativo no necesariamente de manera contestataria, sino como una forma de articular un diálogo con lo que estoy viviendo, y es imposible entender lo que uno está viviendo sin hacer también un ejercicio de la memoria. Como dice la directora de teatro norteamericana Anne Bogart, “si el teatro (o el performance) fuera un verbo, sería “yo recuerdo.”
Antes de ser artista soy persona y como persona “pertenecer” significa asumir responsabilidades cívicas más allá de ser ciudadana o “residente permanente”. No hay mejor espacio para mí que metaforizar y hablar de estas responsabilidades a través del arte que practico. Considero que el arte humaniza e integra y es una manera más sensible de llegar al espectador, al “co-ciudadano”. Se puede hacer arte y hablar de temas sociales poetizando la realidad sin caer en el panfleto, creando así otros espacios, donde se pueden tomar riesgos desde cierta seguridad, y donde el “otro” tiene más apertura a escuchar.
¿Cómo describes tu trabajo?
Lo describo como un diálogo entre el lenguaje teatral y el performance art, entendiéndose este último como práctica, como forma de vida; y lo denomino teatro-performativo, un espacio político, multidimensional donde convergen diferentes elementos (música, acción, video, ritual, espacios públicos, poesía, etc.) para la creación de narrativas y realidades alternativas, que se contraponen a las narrativas impuestas desde el poder. En mi trabajo, el cuerpo es el principal soporte de la obra, el sitio de creación, el territorio donde construyo dramaturgias que me permitan reflexionar sobre mi presente. En mi trabajo incorporo la interactividad con el público para establecer una relación dialógica que nos permitan encontrar estrategias ante los problemas sociales.
¿Cuáles son tus objetivos al tomar los riesgos que haces con tu público?
Me interesa que el público sea un agente activo. Usando las palabras de Augusto Boal, que sea un espect-actor. La interacción con el público es una decisión estética consciente en todo mi trabajo. Me interesa elaborar narrativas que inviten a la reflexión y a la acción; compartirlas con el público, para que esté a su vez construya sus propias narrativas. Para mi el performance funciona como un medio, un espacio incluyente, donde el público puede elegir a ser parte de manera activa o no participar y eso también es una postura.
¿Qué es lo más difícil de tu trabajo? ¿Qué te parece fácil?
Cada vez que hago arte lo considero un privilegio, ya que cada día el arte no está considerado en los proyectos de los gobiernos y cuando se necesita una reforma económica, son los presupuestos del arte y educación los primeros que sufren los recortes. Así los apoyos cada día son menos o están condicionados, y como artista, en vez de apoyar a tus proyectos, te empujan a pertenecer y perpetuar tu relación con las instituciones. Las fundaciones muchas veces otorgan los apoyos de manera condicionada. Creo que el artista necesita ser autogestor de sus proyectos. Esto implica riesgos, pero es más difícil que puedan condicionarte o censurar tu voz.
No todos entienden de qué se trata tu actuación. ¿Qué les dirías si estuvieran escuchando?
Primero y lo más importante es que su presencia y participación es fundamental para que se lleve a cabo este encuentro. Que la apertura a la diversidad es un punto principal de encuentro e invitarlos a ser cruzadores de fronteras.
¿Presentarás un nuevo espectáculo para el Encuentro?
Voy a presentar un collage/montaje de acciones de las partes uno y dos del proyecto TRÍP(tico) de la Frontera, inspirado en el complejo tema de la migración y el desplazamiento masivo de personas. Este proyecto lo realicé con el colectivo de artistas latinxs Secos & Mojados, integrado por artistas quienes, como yo, son inmigrantes radicados en San Francisco, California: David Molina, músico compositor, y Roberto Varea, director y dramaturgo. En Parting Memories escucharemos el testimonio Rosa Molina, madre de nuestro músico y colaborador David Molina, quien grabó el conmovedor relato de mamá cuando ella cuenta su decisión de dejar su país y emigrar a los Estados Unidos. En este trabajo, y como artista inmigrante, es inevitable trabajar las diferentes problemáticas y situaciones que los inmigrantes, en particular mis paisanos y ahora nuestrxs compañerxs centroamericanxs, experimentamos en Estados Unidos. Estamos viviendo una época donde las políticas de inmigración se han vuelto extremas, empeorando las condiciones de nuestras comunidades, estigmatizando el cuerpo latino. Los políticos de derecha, para efectos electorales, se están aprovechando para imponer las leyes anti-inmigrantes más severas. Durante estos tiempos de grandes movimientos humanos, resultado entre otras cosas de profundas inequidades entre los pueblos disfrazadas de “globalización”, es importante utilizar el espacio creativo para cuestionar y encontrar alternativas. Crear otras narrativas que nos ayuden a redimensionar el cuerpo del inmigrante, como un ser poético que se abre a la posibilidad de múltiples lecturas y no sólo a la de un cuerpo trabajador, marginado, expuesto al abuso, a las detenciones y deportaciones, tipificándolo de “cuerpo ilegal”.
¿Qué puedes decirle a Tucson que espere de 1.) tu actuación y 2.) el Encuentro?
Para mí es un gran gusto regresar a Tucson y compartir este trabajo, sobre todo en este momento, donde las políticas de inmigración están siendo un peligro constante para nuestras comunidades.
En este Encuentro Binacional: Migraciones femeninas, nos vamos a dar citas diferentes mujeres artistas, activistas, líderesas comunitarias, que no sólo venimos de diferentes lugares geográficamente, sino usamos diferentes lenguaje artísticos y diferentes estrategias para enfrentar la realidad social. Va a haber performances, mesas redondas, workshops…Así que es importante la presencia de todxs ustedes, sobre todo porque estamos viviendo un momento tan obscuro en la historia de este país, donde tan abiertamente el gobierno revela su rol para legitimizar el control sobre nuestros cuerpos, con políticas que nos privan de nuestros derechos reproductivos, solapan el abuso y violación sexual, precarizan el trabajo de las mujeres y excluyen nuestras voces. Este es el preciso momento en el que no sólo debemos ser escuchadas, sino también pluralizadas. Así que son bienvenidxs al Encuentro Binacional: Migraciones Femeninas.
Photo by Julio Pantoja. Copyright 2018. All Rights Reserved.